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Lo
paso por arriba
97 a 66 exime de todo comentario. Peñarol
aplasto a Quilmes, le dio un sosegate de aquellos y lustro
la chapa de Nº1, ahora mas al alcance que nunca. Lleva
3 partidos de ventaja sobre sus escoltas (Quilmes y Boca)
sobre 7 en juego.
Solo 15 minutos demoro el milrayitas en hacer la diferencia.
Tras un primer cuarto parejo (mas real con la actualidad de
ambos planteles), en el segundo parcial le metio un 24/8 que
derrumbo al cervecero, de la mano de un intratable Jason Osborne
(19 puntos 12 rebotes) y un perfecto Pittman (33 puntos y
una borrada a Stanton memorable).
En el tercero despues de disfrutar de 26
puntos de ventaja, la vergüenza deportiva tricolor experimento
un leve (muy leve) recupero sobre el final, pero que nada
hacia temer por el triunfo de los dirigidos por Romano. El
partido estaba terminado desde hacia mucho tiempo.
Lo demas solo para cumplir con el reglamento
y para desatar la euforia de los hinchas que este año
sueñan con dar otra vuelta (y con razon).
Punto negro una vez mas para Benedetti
Dale che, rompe el chanchito y arregla los tableros electronicos
que te regalaron en el Mundial Sub21 en el 2005. ¿No
te da vergüenza ofrecer semejante espectaculo
al pais con los viejos tableros del `95?.
Carteles
"Jose Otero,
paga los $ 50 que debes"
"Arq. Carlos Gnagni,
paga el choripan que debes"
Parece que desde el 22 de Diciembre esta gente esta en deuda.
Que no los agarre Santiago Montoya porque les secuestra el
auto.
La síntesis
Quilmes 66: S.Ginóbili 13, J.Martínez
10, R.Stanton 14, C.Robinson 7 y P.Calderón 9 (FI);
A.Carabajal 6, J.P.Sánchez 3, E.De la Fuente 2 y D.Brezzo
2. DT: Oscar Sánchez.
Peñarol 97 : S.Festa 0, J.Pittman
31, J.M.Locatelli 16, J.Osborne 19 y G.Míkulas 17 (FI);
S.Rodríguez 0, M.Pelletieri 2, J.Muruaga 9, M.Mata
3, A.Diez 0 y N.Lauría 0. DT: Carlos Romano.
Cancha: Estadio Polideportivo Municipal.
Arbitros: Alejandro Chiti-Fabricio Vito.
Parciales: 20-22, 28-46 y 52-71.
Video : Mensaje
de Ariel y sus amigos, hinchas de Peñarol
Video :
Festejos de Peñarol 1
Video : Festejos
de Peñarol 2
Galeria de Fotos :
01
- 02
-
03 - 04
Se permite su reproduccion siempre
que se mencione la fuente: Cortesia EBPI.com.ar
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Imperio
Romano
El equipo del Negro
se llevó el sexto de siete partidos y se alejó
de Quilmes en la punta de la tabla.
Fue una noche perfecta para Peñarol:
le ganó por paliza a Quilmes, estiró su paternidad
en el Boca-River del básquet y le sacó más
ventaja al Cervecero en la lucha por el número uno
de la fase regular. Para festejarlo más. Ahora tiene
dos puntos de ventaja y se impone en el posible desempate,
cuando restan siete fechas. El equipo de Carlos Romano lo
quebró con el 24-8 del segundo cuarto y cerró
con un contundente 97-66, sin sacar el pie del acelerador
ante un Quilmes que llegaba con seis victorias al hilo.
Peñarol estuvo acelerado de entrada,
dependiendo del dominio de Pittman sobre Stanton y el de Mikulas
sobre Robinson, pero de a poco fue encontrando su juego. Tato
Rodríguez, suplente por una gripe, entró a los
tres minutos por las dos faltas de Festa y sintió la
marca del paraguayo Martínez, hasta que lo tranquilizó
Romano con una frase: "Tu canasto va a venir. Haceme
jugar al equipo".
La paridad del primer cuarto desapareció
en el segundo, cuando Sepo Ginóbili se sentó
un rato y Quilmes cayó en un pozo (seis pérdidas).
Se notaba que Peñarol tiene un plantel mucho más
largo. Triples de Pittman, Locatelli y Muruaga quebraron el
partido (35-24 a los 5m). Desde ese momento, el líder
movió mejor la pelota y además lo frustró
con la defensa, una clave de la noche. La aparición
de Osborne, con ocho en el parcial, le dio una luz de 18 (46-28)
antes del descanso.
Los de Romano llegaron a sacar 26 puntos
en el tercero (59-33 a los 5m). Ahí mostraron otra
de sus grandes virtudes, el juego interior, con diez puntos
de Mikulas y nueve de Osborne en el cuarto. Buscando una reacción,
el Huevo Sánchez mandó a Ginóbili como
escolta y corrió a Stanton al puesto de interno, pero
no hubo caso con la rotación. Sus dos extranjeros,
pese a algunos puntos basura, esta vez quedaron en deuda.
Del otro lado, Romano encontró respuestas
en sus dirigidos y a los ocho minutos del tercero metió
a Lauría, un prometedor juvenil que únicamente
entra con los partidos definidos. Toda una señal de
la diferencia que se vio anoche entre los dos equipos de rendimiento
más sólido a lo largo de la temporada. El margen
no tuvo techo en el último: 27 (83-56) con un triple
de Pittman, 29 (93-64) con otro bombazo de Josh y la máxima
de 32 (97-65) con uno de Locatelli en el minuto final. Una
paliza.
Fuente: OLE.com
(Un
aplauso para el que eligio el titulo,
que es la octava vez que se imprime y la trigesima novena
que se utiliza en internet. Muchachos, usen la imaginacion
o pidan ideas a EBPI.com.ar) |
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Peñarol
jugó un superclásico espectacular y se quedó
con todo
A Quilmes lo pisó una máquina
El elenco de Carlos Romano, puntero de la
Liga Nacional, ganó 97-66 con una superioridad apabullante
desde el comienzo del segundo cuarto. Así le sacó
un punto más a su clásico rival y se quedó
con la ventaja deportiva. Josh Pittman fue la gran figura
dentro de un equipo que hizo todo bien.
El superclásico más esperado
de esta temporada, uno de los que mayor expectativa generó
en la historia, tuvo un dominador rotundo. Después
de un cuarto inicial parejo, Peñarol quebró
a Quilmes en el segundo cuarto y manejó el partido
a voluntad en el complemento para terminar imponiéndose
97-66 por la vigesimocuarta fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
Así se llevó todo lo que había en juego:
le sacó al "tricolor" dos puntos y, además,
tres partidos de ventaja porque el triunfo le sirvió
para quedarse con la ventaja deportiva. A falta de siete fechas,
los de Carlos Romano parecen haber sacado una ventaja decisiva
para quedarse con la primera ubicación de la serie
regular, lo que le dará para los play-offs la posibilidad
de definir siempre como local.
Lo único parejo del clásico fue el primer cuarto.
Allí Quilmes manejó una pequeña ventaja
porque defendió bien su canasto y porque Ginóbili
y Martínez hicieron juego para ellos y para todos.
El equipo "tricolor" insinuó una superioridad
en ese pasaje.
Pero la actuación ofensiva de Pittman, convirtiendo
desde lejos y desde cerca, fue tan descomunal, tan determinante,
que su equipo siempre estuvo a tiro y, cuando Quilmes se descuidó
en el final, pasó al frente antes del cierre del cuarto.
Después comenzó otra historia. Porque Peñarol
hizo un ajuste para controlar mejor a Pedro Calderón,
de buen primer cuarto, e impuso esa defensa tan eficaz que
ya es marca registrada en toda la Liga.
Con todo controlado en su tablero, el equipo de Carlos Romano
empezó a derrumbar la estantería quilmeña
con un gran juego de pases y a puro triple. Hubo una ráfaga
de tres aciertos (uno de Juan Manuel Locatelli y dos más
de José Muruaga) para que la ventaja ya sea superior
al orden de los diez puntos.
Y, siempre férreo atrás, Peñarol se benefició
en la última parte del cuarto del gran regreso de Jason
Osborne al partido. El estadounidense no había jugado
bien en el primer parcial, pero dio un recital de básquetbol
en la parte final del primer tiempo. Contribuyó a consolidar
el rebote y su gran juego de pies, del otro lado, ridiculizó
a sus marcadores. Con ocho puntos consecutivos llevó
la luz a 18 antes del final del primer tiempo. Una diferencia
demasiado importante.
En todo el segundo cuarto, Quilmes sólo pudo anotar
dos tiros de dos puntos y cuatro tiros libres. Una muestra
rotunda de la eficacia de la defensa de los de Carlos Romano.
Era de esperar que los de Oscar Sánchez saliesen a
echar el resto en el segundo tiempo. Pero Peñarol siempre
los mantuvo a raya. De movida, funcionó el contraataque,
Míkulas ganó seguido en los posteos y la ventaja
se fue a 28 puntos. Perdido por perdido, el entrenador quilmeño
puso cuatro perimetrales y sólo un interno para intentar
el vuelco. Pero sólo pudo recortar algunos puntos y
jamás quebró la barrera de los 19 de ventaja.
Pese a que Romano se dio el lujo de incluir a varios relevos
sobre el final del tercer cuarto.
El cuarto final fue el juego del gato y el ratón. Peñarol,
confiado, seguro, certero, incrementó la ventaja jugando
a favor de la desesperación de un rival que tuvo una
noche para el olvido y que se sintió vencido bastante
antes del final. Y así se quedó con un clásico
para la historia con una diferencia para la historia.
Fuente Diario La Capital
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Esta
vez el duelo puntero - escolta se lo llevó Peñarol
Devolución de gentilezas
Peñarol se adjudicó en forma contundente el
clásico ante Quilmes por 97 a 66 y ahora lidera las
posiciones con dos puntos de ventaja sobre sus perseguidores.
Jugar de local en todo deporte y más en básquetbol
es una ventaja en todas partes del mundo. Desarrollar el juego
en una cancha que se conoce metro a metro, se tiene un acabado
juicio de las referencias del terreno, se dispone del acompañamiento
mayoritario de sus simpatizantes y los fallos de los árbitros
tienden a favorecer al dueño de casa. Esto se verifica
en todas las competencias, incluso en la súper profesional
NBA. Ayer Quilmes jugó en condición de local
el estadio donde siempre juega su adversario, le entregaron
a su contendiente el doble de entradas y mejores lugares que
a sus hinchas, muchos de los cuales se quedaron sin concurrir
al partido por no disponer de una localidad.
Nos preguntamos ¿ayer, quien
fue local?. Como se pueden sentir los jugadores que
supuestamente juegan de local cuando ven que al entrar a la
cancha, el rival ¿visitante?, tiene el doble de apoyo
porque a sus propios dirigentes por supuestas razones económicas
le venden el grueso de las entradas a su contendiente. Se
sienten como la gran cantidad de quilmeños que se quedaron
sin ver el partido, ¡muy mal!.
Eso se vio reflejado en el encuentro, no
puede jugar tan mal con tanta falta de actitud un equipo que
mostró estar en un alto nivel en los últimos
partidos. Se vio reflejado en la comodidad con que se movían
los hombres de Peñarol en terreno conocido, con porcentajes
muy altos al tener claras las referencias de la cancha y también
en las sutilezas en los fallos de los árbitros (que
siempre favorecen al local).
Si queremos alcanzar algún campeonato,
seamos serios y coherentes y juguemos todo el año en
el polideportivo para no dar tremendas ventajas en las instancias
cruciales. Ahora el dinero plus recaudado en el clásico
se va a perder en la gente que no concurrirá a los
próximos partidos y en la desventaja que tendremos
en los play off.
Ah... el partido, no existió. A la
cancha solo fue Peñarol.
Fuente: caquilmes.com.ar |
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